Kimmy Granger, una zorra pequeña, está atada y amordazada, su cuerpo un parque infantil para el dolor.Su captor provoca y tortura, empujando sus límites.Cada bofetada resuena, sus gemidos crecen mientras prueba su resiliencia.La línea entre el placer y el dolor se desenfoca en esta intensa y erótica exhibición.