Espiando y complaciendo, un voyeur travieso disfruta de un espectáculo centelleante de autocomplacencia. Se dan cuenta de mujeres lujuriosas de diferentes edades y etapas, desde futuras mamás hasta tentadoras adolescentes, en momentos íntimos de éxtasis. Desde la piel desnuda hasta la lencería, la cámara captura sus viajes orgásmicos.